En julio pasado la multinacional Bayer anunció que dejaba de comercializar su soja Intacta R22, uno de sus productos estrella por la resistencia a los insectos. La noticia fue un cimbronazo en el mercado, los canales comerciales y el propio gobierno que leyó un golpe por elevación a su política agropecuaria y a la falta de una nueva Ley de Semillas.
Principalmente porque la decisión respondía a un «ordenamiento del negocio global», pero el producto soja Intacta R22 solo dejaba el mercado argentino. Bayer seguirá vendiéndolo en Brasil, Uruguay y Paraguay.
En ese contexto, el anunció de ayer trajo un poco de calma: inversión de US$ 156 millones para los próximos 3 años.
Según se comunicó los fondos se destinarán a nuevos desarrollos con un 70% de contratación local, y mejoras en procesos productivos en todas sus operaciones enfocados en el abastecimiento del mercado interno, la sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones.
«Reforzamos nuestro compromiso de largo plazo en la Argentina, compartiendo con la comunidad nuestro plan de inversiones para los próximos años», destacó por su lado Juan Farinati, líder de la división Agro y director ejecutivo de Bayer para la Argentina a partir de noviembre próximo.
El plan de inversiones tendrá un foco especial en innovación, digitalización y sustentabilidad, y como parte del mismo se potenciará la capacidad productiva y la gestión operativa de las plantas industriales de Pilar, María Eugenia (Rojas) y Zárate, todas en la provincia de Buenos Aires.